El diccionario de la Real Academia Española define “confort”
como aquello que produce bienestar y comodidades. Nuestra zona de confort es aquella desde donde nos encontramos en estado de
bienestar y cómodos. Tomar conciencia de
que esa zona existe y ser capaz de identificar cuál es la mía puede ser clave
en nuestro desarrollo personal. Y esto es así porque en esta zona de confort no existe el aprendizaje ni los resultados
cambian. Si todos los días haces lo mismo, el resultado que obtendrás será
siempre el mismo.
Quiero compartir contigo la historia de mi amigo Fernando Valdivieso, uno de los mejores
comerciales con quien he topado en mi experiencia profesional. Fernando decidió,
hace un par de años, dejar su prolífica vida de comercial en España para
regresar a su País, Ecuador. Decidió así
dejar atrás su zona de confort para aventurarse en lo desconocido. Con él
he cruzado varios e.mail animándole en su aventura y mostrándole mi admiración.
Hoy me ha escrito un e.mail en el que me cuenta:
“Cerré
definitivamente mi oficina de
coches, el servicio no fue aceptado por el público y no lo entendían muy bien.
Así que, saldría adelante si esperaba mucho tiempo y gastaba mucho en
publicidad, no estuve dispuesto a este riesgo. Acepté un cargo de Jefe de
repuestos en un distribuidor de motos, un trabajo digno pero con muy poca
remuneración. Al regresar de Manta, ciudad donde se encuentra el almacén
central, a Cuenca, recibí una llamada del jefe y acudí, me solicitó que le
ayude con un negocio en Perú, así que, me encuentro en Perú y viviendo en un
hotel modesto pero muy limpio y cómodo en el centro de Lima. Para mi es toda una aventura porque no
conocía Lima. Ayer regresé de Iquitos, un lugar en la misma selva del amazonas,
fui a conocer un local para uno de sus negocios... increíble... un lugar extraño y mágico, es otro mundo y uno se siente como en la India o la China… Te contaré más cosas más adelante y te mando un abrazo”.
Café Restaurante Los Syris en Quito |
Fernando también me contaba que esto le viene de
familia, y me contaba esta historia de
una tía suya:
“Si tú crees que
yo tengo coraje para salir, espera que te cuente lo que ha realizado una Tía
mía. Ella tiene 77 años, viuda y
solo le queda vivo un nieto de 4 años. Su nuera de 27 añitos y ella
planificaron abrir una panadería en
Quito. La panadería se instalaría en la entreplanta de un edificio de oficinas,
pero nos encontramos que el peso de la maquinaría era superior al soporte del
suelo. En tan solo 24 horas, el proyecto
se transformó en una cafetería. Trabajamos en esa dirección y en solo 90
días, Café Los Shyris, está funcionando. Nos pusimos como objetivo facturar 300
USD diarios como previsión de ventas. Logramos las ventas de 289 USD al 4º día.
Hemos cambiado el objetivo de 300 USD diarios a 600 USD para tener una
comparativa de esfuerzo versus resultados. Todo esto ocurrió hace algún tiempo,
ahora, tiene 32 comensales que almuerzan fijos en la cafetería, finalmente se ha reconvertido en un
restaurante de comida casera de alta calidad. Los sábados atiende a
empleados de empresas que desean un lugar privado para sus descansos y
hambrunas. ¡!! INCREIBLE….QUE HUEVOS TIENE MI TIA…!!!”
¿Salir de la Zona de Confort, Resiliencia, adaptación al cambio, huevos..?
Recuerda que si todos los días haces lo mismo, siempre obtendrás los mismos
resultados. ¿Cuándo fue la última vez que hiciste algo por primera vez?
Este post va para mi amigo Fernando con un fuerte
abrazo y mucho ánimo.
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